Publicado 16/09/2014 15:21
Los hábitos nos conducen a este problema. Algunas claves para terminar con el insomnio. *Por el doctor Roberto Ré (Director de RED SANAR y del Instituto Dr Ré Salud Mental)
La gran cantidad de actividades que realizamos a diario hacen que permanezcamos más tiempo despiertos disminuyendo la duración promedio de sueño. Algunos trabajan más, otros, además, estudian…y a eso se le suma que cuando llegamos a casa queremos sociabilizar y ver a nuestros amigos, pareja, leer, mirar la televisión, entrar a Facebook o Twitter durante largas horas o salir. También muchos se acuestan con el celular y chatean durante un tiempo prolongado logrando desvelarse. Según estudios actuales, los cambios de hábitos en la vida cotidiana generaron la disminución en la cantidad de sueño. Esto tiene una implicancia directa en el ámbito de la salud, en tanto, está comprobado científicamente que múltiples enfermedades psicosomáticas son consecuencias de vulnerabilidades adquiridas por distrés (estrés negativo) y pérdida del sueño.
El sueño es una función vital, que no siempre es tenida en cuenta, actualmente, se encuentra desvalorizada y despreciada por las nuevas generaciones, que pretenden aumentar el tiempo de eficiencia en distintas áreas de la vida. Como seres humanos tenemos ciclos en nuestra vida, compuestos de fases diurnas y nocturnas, así como en la naturaleza vegetal las plantas realizan fotosíntesis durante el día utilizando la luz solar y por la noche descansan, nosotros debemos dormir durante la noche, reponer energías, y procesar metabolismos para estar lúcidos durante el día.
Dormir y soñar son un aspecto central de la vida, quien duerme bien no solamente restablece las funciones vitales sino que repara la energía liberada del día anterior permitiéndose, al día siguiente, el desarrollo de las potencias humanas.
Insomnio: Dormir mal y enfermarse
Una muestra de que dormir mal es sinónimo de enfermarse son los numerosos trastornos de ansiedad y depresión en todas sus formas que han aumentado en los últimos tiempos de manera notable.
El Insomnio es la dificultad para conciliar, mantener o sostener el sueño. El diagnostico de un paciente con insomnio debe basarse en una historia clínica y en un examen médico-psiquiátrico completo.
Existen varios tipos de insomnio:
- Insomnio transitorio es esporádicos y desencadenado, generalmente, por un hecho específico
- Insomnio persistente puede iniciarse como una forma de insomnio esporádico y se desarrolla como resultado de factores reforzantes, la ansiedad-tensión somatizada y el condicionamiento negativo del dormir
- Insomnio psicofisiológico es el insomnio causado por disturbios emocionales agudos o condiciones de tensión y ansiedad negativas que condicionan el sueño y su perturbación es crónica.
- Tener buen ánimo.
- Tener un proyecto y misión significativa en la vida
- No acostarse hasta tener sueño.
- Levantarse siempre a la misma hora.
- No hacer siestas.
- No dormir fuera de las horas establecidas.
- Nada de alcohol, el alcohol es un excitador, como mínimo 2 horas antes de
- acostarse.
- No tomar cafeína como mínimo 6 horas antes de acostarse.
- No fumar 2 o 3 horas antes de acostarse.
- El ejercicio físico puede activar, suspenderlo 5 o 6 horas antes de
- acostarse.
- Control del dormitorio, ni luz, ni ruido y temperatura agradable ente 17° y 18° C.
- Colaciones antes de dormir que no tengan azúcar ni chocolate.
- Evitar cenas copiosas, ricas en grasas.
- Antes de meterse en la cama hacer siempre el mismo ritual, ponerse el pijama, lavarse los dientes, colocar el despertador, etc.
- Si no se queda dormido antes de los 100 minutos, levantarse, salir del dormitorio y hacer una actividad previamente preparada que sea monótona y rutinaria, cuando el sueño regrese volver a la cama.
- Si no se duerme en 10 minutos repetir el paso anterior.
- Si se tiene problemas de interrupción del sueño durante la noche realizar lo mismo que en el paso anterior.
Información sobre la Red Sanar (www.redsanar.org)
Se constituye como una red social, que cuenta con 60 filiales en nuestro país y representantes en Brasil, Chile, Bolivia y México. Cuya misión es la psicoeducación para la prevención y asistencia de los trastornos de ansiedad, estrés, fobia, pánico y depresión. Además trabaja en la formación de voluntarios, quienes coordinados por un psiquiatra o psicólogo colaboran en la recuperación del enfermo, proporcionándole una cura integral multidimensional en los aspectos físicos, emocionales, mentales, sociales y espirituales.